Hoy toca reflexión sobre algunas de las absurdas consecuencias de esta pandemia en nuestras relaciones con las Administraciones Públicas.

Mientras que el sector privado de este país, sus empresas y profesionales, siguen trabajando tratando de mantener la máxima normalidad dentro de lo que cabe, y con las medidas sanitarias y protocolos adecuados (distanciamiento, mascarillas, etc….) resulta que las Administraciones Públicas han decidido cortar por lo sano reservando sus servicios a aquellos que los soliciten con “cita previa”.

Imagínese llegar a un hospital y que le digan que no pueden atenderle porque no tiene cita previa… No se muera todavía… es necesario pedir cita previa!!

Por si no fuera poco la nueva moratoria de otros 6 meses para la implantación de la Administración electrónica, las Administraciones han restringido el uso de sus registros de entrada a la imprescindible cita previa, lo cual, desde mi punto de vista es un disparate. Parece que no somos consciente que existen unos plazos para la interposición de recursos, subsanación de documentos, etc.. que son plazos cuya vulneración provoca la caducidad del trámite, por lo que no se puede hacer depender de su uso a que se disponga de cita previa.

En mi opinión esto conculca varios derechos fundamentales, entre ellos, la igualdad (no discriminación), la participación en los asuntos públicos y la tutela judicial efectiva (arts. 14, 23 y 24 CE).

Y es que este tipo de restricciones a quien mas afecta es a aquellos ciudadanos, como nuestros mayores, cuya adaptación al uso de sistemas de firma digital y sedes electrónicas, sencillamente es inexistente, entre otros muchos colectivos, lo que genera una gran discriminación. Estas personas necesitan relacionarse físicamente con la Administración y si necesitan presentar un recurso o determinada documentación, es muy posible que no pueden esperar a obtener una cita previa.

Como ejemplo, hoy he llamado al número 010 de la Xunta de Galicia para solicitar cita previa para el Registro de Vigo y me han comunicado que la fecha mas próxima era el día 1 de septiembre!! Esto es casi dentro de dos semanas. Lo mejor es que desde fuera del Registro no se veía a gente registrando….en fin… ¿es que no es posible atender a los ciudadanos guardando las distancias de seguridad y limitando los aforos al registro? Decir también que idéntica gestión realicé a la misma hora a través de la página web del Concello de Vigo, resultando en este caso la primera cita previa para el día 2 de septiembre.

Dejo esta reflexión que refleja mi indignación ante este tipo de despropósitos, que como sociedad avanzada, debemos corregir si queremos que nuestro sistema público avance.