[vc_row][vc_column width=»1/3″][vc_single_image image=»28242″ img_size=»full»][/vc_column][vc_column width=»2/3″][vc_column_text]Uno se queda perplejo cuando tiene conocimiento de la aprobación de normas como la reciente Ley del Parlamento Andaluz que ha aprobado la reducción a 35 horas semanales la jornada de sus empleados públicos. Y es que, sin entrar en si es o no positiva esta medida, cuestión que corresponde a los representantes públicos en una democracia, lo que si es cierto es que recientemente el Tribunal Constitucional ha declarado inconstitucional la Ley de Castilla-La Mancha que regulaba exactamente esta cuestión, reduciendo también a 35 horas la jornada semanal, por vulnerar una competencia exclusiva del Estado, por así establecerlo nuestra Carta Magna. Este es sin duda un debate, que en algunos foros intentarán lidiar entre el principio democrático y de legalidad, siendo este último, en mi opinión, el que debe prevalecer, sin perjuicio que se puedan cambiar las reglas de juego en cualquier momento, pero con caracter previo.
En conclusión, el Parlamento andaluz ha aprobado una norma, que tendrá todos los visos de ser declarada inconstitucional, una cortina de humo temporal, que solo causará conflictos con el personal y posiblemente frustración.
Diego Estévez, Director de Adenda. Linkedin
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